La Fiscalía General de la República ordena allanar y embargar la documentación de las oficinas centrales del partido ARENA, el principal opositor del país, haciendo uso de fuerza innecesaria con el apoyo de la Policía Nacional Civil que ocupó decenas de agentes armados. Entre ellos, miembros de la Unidad de Mantenimiento del Orden y la División Antidisturbios de la Policía. Miembros de ARENA manifiestan que su sede oficial “fue secuestrada y amenazada con el propósito de callarlos”.