Durante una conversación con simpatizantes, Jair Bolsonaro cuestiona las torturas sufridas por la expresidenta Dilma Rousseff, calificándolas de rumores. “Alguien traiga la radiografía para que veamos el callo óseo. Mire, no soy médico, pero hasta el día de hoy estoy esperando la radiografía”, Rousseff estuvo presa durante tres años en la dictadura militar. Durante ese periodo le sacaron un diente, la ataron a un pau de arara (argot para un tipo de tortura típica del período de la dictadura militar, que se puede traducir literalmente por “percha de loro”) y también sufrió tortura psicológica.