Investigaciones periodísticas revelan posibles actos de corrupción, acuerpados por las discrecionalidades de los decretos de emergencia nacional y la posibilidad de saltar mecanismos de control en las licitaciones. Jorge Aguilar, entonces presidente de la autónoma Fondo Ambiental de El Salvador, vendió con sobrecosto al gobierno salvadoreño 400 protectores faciales.